A Cuadro: Ofelia Guilmain, Una Covadonga En El Cielo

Ofelia Guilmainpor Mara I. para Novela Lounge Online

Se nos ha ido una estrella, pero creo que no debemos lamentarlo porque siempre perteneció al cielo, al firmamento.. al mundo entero. Nunca fue nuestra esa mujer que en vida dio destellos de talento en los escenarios teatrales lo mismo que en los estudios filmicos y que en los de televisión. Casi setenta años de mantenerse en pie, “firme como un arbol”, como ella misma decía en la obra teatral Los Arboles Mueren de Pie donde compartió escenario con Leticia Calderón y su hijo Juan Ferrara en el 2000.

Ofelia Gulmáin nació en España pero es nuestra porque la adoptamos inmediatamente en los escenarios teatrales. Aunque fue en el cine y en la televisión donde el México masivo admiró su talento y amor al arte. En 1941 el cine mexicano en su resplandor de oro le dió un personaje en la película El Capitán Centellas al lado del notable actor Alfonso Bedoya. En 1944 se posesióna de un personaje inquietante en la cinta de Juan José Ortéga, Flor de Fango. Al lado de Sofía Álvarez interpreta a la prostituta Violeta. El cine siguió su curso y aunque Ofelia nunca formó parte de las estrellas inolvidables de la época si plasmó sus actuaciones en otras cintas del celuloide como la comedia Mi Desconocida Esposa al lado de Silvia Pinal, El Caso de una Adolescente con Marta Mijares y Nazarín con Marga López siendo dirigida por uno de los maximos directores del cine español y mundial, el inolvidable Luis Buñuel.

Caso aparte es que la dirige de nuevo en El Ángel Exterminador, cinta aclamada mundialmente y donde Silvia Pinal una vez más hace gala de su talento. Ofelia era una más de las invitadas que no puede salir de la habitación. En 1959, a un año de haber nacido un género televisivo que aun hoy cruza fronteras, la telenovela, Ofelia Guilmáin hacía su aparición en Cadenas de amor. Despues llegaría el éxito con el thriller de Fernanda Villeli titulado Cuidado con el ángel, mismo que la catapulta como una de las mejores actrices del país. Ese mismo año filma la célebre cinta Quinceañera junto a Maricruz Olivier. Su trayectoria sigue de frente y recta cuando el éxito una vez más toca a su puerta. Se trata de Doña Mácabra, esa historia de horror que paraliza al publico con su humor negro. Junto a Amparo Rivelles lleva a la televisión esta historia de Hugo Argüelles. Tanto es su amor por la televisión que no la deja y en años siguientes la veríamos participar en muchas telenovelas tales como Juicio en las Almas, Casa de Huespedes y Lágrimas amargas.

De pronto un nuevo parteaguas en su carrera llega, Los Caudillos. La primera telenovela de Silvia Pinal que produce magistralmente Ernesto Alonso. En ella se recrean pasajes de la historia de México. A estas alturas ya nada ni nadie demerita la carrera de Guilmáin quien para estas alturas tiene dos hijos talentosos que comienzan a despuntar en el mundo de la actuación, Juan Ferrara que protagoniza telenovelas como La Gata y Lucía Guilmáin, una mujer de recia apariencia y grave voz que no disimula su parecido con nuestra Covadonga. Para 1970 el cine de nuevo forma parte de su lecho de triunfos ya que lleva a la pantalla grande un personaje a su altura, genial y disfrutable. Se trata de Las Virgenes Locas dirigida por Rogelio González. En la trama interpreta a una mujer puritana que esconde sus bajas pasiones sexuales. Esta película sirvió para que Guilmáin dejara un poco la televisión e hiciera más cine. En los años siguientes la vemos en películas de corte juvenil acompañando a nuevas generaciones como Hilda Aguirre en Confesiones de una Adolescente o Ana Martin y Helena Rojo avidas de descubrir su sexualidad en Siempre hay una primera vez.

Para finales de los 70 era una actriz de gran prestigio y respeto en el gremio actoral que pocas veces sabe distinguir a sus estrellas y darles su lugar. Ofelia gustosa se apoderaba de el y como una estrella protagoniza despues de mucho tiempo una telenovela. Se trata de La Divina Sarah, una producción de el Canal 13 estatal. Ahi interpreta el clásico personaje de Sarah, mismo que en teatro hiciera Silvia Pinal. Despues de ello participa en telenovelas claves de la historia del género por los temas que en ellas se tocaron como Mañana es Primavera, con el divorcio y Eclipse, la homosexualidad. En 1987 interpreta un personaje como era ella, jocosa y llena de gracia en la telenovela corta basada en la historieta de Yolanda Vargas Dulché, Yesenia. Ahi es Magenta, una gitana malosa y avara pero muy simpática para el televidente que goza de las canalladas interpretativas de la Guilmáin quien comienza con la nueva decada su giro hacia las villanas caninas.

En 1990 la suerte le vuelve a sonreir pues conoce a un nuevo productor con quien explotar su talento, Juan Osorio. Al lado del ex de Niurka participa en la célebre telenovela Días sin Luna. La historia escrita por Erick Vonn trata el tema de esa cruel y extraña enfermedad llamada Lupus. Doña Ofelia interpretaba a una suegra metiche, malévola y asesina llamada Carlota Parlanche. El personaje nunca fue olvidado por quienes vimos a esta dama en escena destrozarle el corazón a su hija interpretada por Daniela Castro o matar a su nieto que le iba a brindar su nuera Gabriela Roel. De ahi Doña Ofelia se soltó haciendo maldades en el llamado tubo y para una generación siempre será la suegra malvada, la vieja sin sentimientos ..la perra. En medio de tanto personaje bravucón encontró en Agujetas de color de rosa una variante que poco tocó en sus ultimas telenovelas, el humor. Al lado de Pedro Weber “Chatanooga” la Guilmáin interpretó a una vieja muy graciosa y media loca que se la pasaba diciendo disparates.

Sin embargo repito, la gente joven siempre recordará a la Covadonga como la mujer castrante y malosa. Asi la vimos sucesivamente en El Alma no tiene Color gritando a diestra y siniestra asi como burlandose de la coja que interpretaba Lorena Rojas. Caso aparte era Ursula Castellanos de Siempre te amaré, una mujer perra en toda la extensión de la palabra, que odiaba a sus nietos y desconfiaba de su nuera al grado de echarla de su casa. Inolvidables son los momentos en esta telenovela, pero sobre todo en los que compartía escenas con Columba, la sirvienta que le hacía estallar los nervios y que era interpretada por María Victoria. Las ultimas actuaciones de Ofelia fueron en producciones de su amigo Ernesto Alonso. Primero La Otra donde era media metichona pero no mala. Salía con Jaqueline Andere y era la madre de Azela Robinson. Digamos que no fue un gran paso en su carrera este personaje ni el que vendría a cerrar con broche de oro su trayectoria artística, Amarte es mi pecado. Covadonga, la fiel Covadonga que desde su habitación recordaba la vieja España fue como una especie de despedida para Ofelia ¡y a colores!. Ahi se le notaba muy mayor pero por el nombre de su personaje, dificilmente la olvidaremos. A decir verdad nunca la olvidaremos porque nos hizo gritar como nadie cuando cometía maldades, porque nos hizo reir como nunca cuando destruia romances e ilusiones y porque nos hizo enojarnos frente al televisor demostrando que era una actriz en toda la extensión de la palabra. Asi era y asi será para la eternidad esta gran actriz que solo nos perteneció en esencia y en escena porque su lugar siempre fue el cielo con las estrellas.

Descanze en paz, Ofelia Guilmáin (1921-2005)
Una estrella especial que por su talento y grandeza siempre estará A Cuadro.

What do you think?