Por Juan Ramos
Esta semana se estrenó por Azteca 13 la nueva telenovela de Eric Vonn, Vivir a destiempo, protagonizada por Humberto Zurita y Edith González. Diré que lo que hemos visto hasta el momento es maravilloso y que, sin duda, se trata del estreno de telenovela más interesante que vemos en la televisión mexicana desde hace bastante tiempo. Muchos estaan viendo en Vivir a destiempo a una telenovela “realista” y muy diferente a las producciones “clásicas”. En realidad es todo lo contrario. Vivir a destiempo es una telenovela clásica.
La telenovela clásica mexicana, al contrario de lo que se pueda pensar, no gira en torno a una historia de amor entre un chico y una chica. No, la telenovela clásica es sobre la lucha entre el bien y el mal, con una visión muy católica sobre la moralidad.
En la telenovela clásica hay buenos y malos. Los buenos son puros (no beben, no se drogan, ni mienten y no tienen sexo sino que hacen el amor). Los malos son todo lo contrario. Los buenos sufren (sobre todo las mujeres) y pasan un clavario antes de conocer la felicidad plena que les llega al final como recompensa por tanto sufrimiento. Claro, las tentaciones existen y también la redención. Por eso no todos los malos acaban igual, algunos se arrepienten y hasta se vuelven buenos. Y los buenos cometen algún que otro pecadillo durante el camino también (sobre todo, los galanes).
Claro, no sabemos cómo acabará Vivir a destiempo pero de momento encaja perfectamente en este modelo de telenovela que acabo de dibujar. ¿No me cree? Veamos.
“Paula”, la protagonista, es noble y sufrida. No quiere sexo con su marido porque no lo ama. A pesar de que sus hijos ya no son niños no abandona su papel de madre protectora. No fuma, ni bebe. Es una gran amiga, siempre dispuesta a escuchar. “Rogelio”, su esposo, en cambio se emborracha constantemente y mantiene una relación basada puramente en el sexo con su cuñada “Sonia”. “Alejandro”, primer y, seguramente, único amor de “Paula”, no tiene tampoco ningún interés en el sexo por el sexo, cree en la fidelidad y en la monogamia. Es un hombre correcto y el padre ideal.
En fin, podría seguir analizando cada uno de los personajes pero no creo que sea necesario. Que en una telenovela los personajes estén en las redes sociales o hablen por celular o tengan sexo, no hace que dicha telenovela no sea clásica. ¿Realista? Bueno, es una telenovela centrada exclusivamente en personajes de clase media alta que llevan una vida muy lejos del alcance de muchos telespectadores. Lo que sí es cierto es que es, de momento, Vivir a destiempo es bastante verosímil. Claro, sin dejar de ser una telenovela, es decir con muchísimas coincidencias y giros.