Por Juan Ramos
La semana pasada escribí una crítica de la telenovela de TV Azteca, Vivir a destiempo. Una lectora se quejó, con toda la razón del mundo, de que mientras yo desmenuzaba una telenovela de TV Azteca no me metía en lo más mínimo con las de Televisa, en concreto con “Corazón como se llame” de las 4 de la tarde. Pues bien, sencillamente la razón por la que no la he criticado es que no veo esa novela. Podría decir que es una porquería pero no me consta porque no he visto ni un segundo (yo sólo escribo esta columna semanal, del resto del contenido del esta página no soy responsable).
Ahora, hablando de porquerías quiero hablarles de Destino (también de TV Azteca pero qué culpa tendré yo). Si la semana pasada dije que, a pesar de todo, Vivir a destiempo era la mejor telenovela de la televisora del Ajusco en bastante tiempo, ahora les puedo decir que Destino es, quizás la peor.
Destino es mala, pésima, horrible, espantosa, una porquería, un bodrio, una bazofia. No hay nada que la salve. ¿Quién aprobó este proyecto? Es un desatino total. No es que la compare con las telenovelas de TV Globo, es que ni Televisa ni Telemundo ni la televisora colombiana o chilena que usted quiera fabricaría algo así a estas alturas.
Si bien en Vivir a destiempo el libreto nos puede resultar repetitivo, ¡por lo menos hay un libreto y, sobre todo, unos diálogos inteligentes! En Destino todo son lugares comunes que hemos escuchado millones de veces. Y si le digo que el libreto no es ni lo peor. ¡Qué desastre!
Destino se transmite de lunes a viernes a las 7:30pm por Azteca 13.
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