Uno de los factores que juegan en contra de Tres Veces Ana es que es un refrito de una telenovela. No es una adaptación de cualquier melodrama, es de una que marcó pauta en su momento. La pauta no fue porque registró una audiencia astronomica, si no porque su protagonista tenía el reto de interpretar tres personajes simultaneamente. Es difícil hacer personajes de gemelas, pero cuando se hacen trillizas es aún más complicado. Esto a nivel de la actriz y de producción.
La historia de esta nueva versión de Lazos De Amor ha dejado mucho que desear. Si en la epoca que se produjo esta telenovela por primera vez, la historia era un poco lenta, en esta epoca en la que estamos conectados 24/7 y la pantalla tiene una guerra declarada con la 2da pantalla, la historia es demasiado lenta. Las cosas suceden a paso de tortuga y nos imaginamos que es así para que la actriz principal pueda interpretar los tres personajes y no se compliquen tantos las grabaciones.
Como bien sabemos, a Tres Veces Ana se le agregaron historias y se le dio otro enfoque. La trama principal que cada una de las trillizas tiene, está demasiado predecible y sabemos hacia donde va cada una de esas historias. Eso no es novedad y entre que van del pasado al presente de la historia, no sabemos ya ni que onda.
En las ultimas semanas dos sub-tramas nos han cautivado y estas son las historias que llevan Luz Maria Jerez y Olivia Bucio. Ambas tienen una historia similar dentro del melodrama. La primera interpreta a Julieta, que primero la conocemos como amiga de Viridiana (Monika Sánchez) y poco a poco ha crecido su personaje. La segunda da vida a Nerina y es una mujer amargada que vive en la pensión a la cual Ana Lucía (Angelique Boyer) y su mamá llegan.
Ambos personajes se presentaron así, sin chiste, solo tenian escenitas chiquitas, pero poco a poco hemos visto como están relacionadas con otros personajes que ya habiamos conocido.
Julieta resulta ser mamá de Daniel (Eddy Vilard). El está enamorado de Ana Leticia (Boyer), pero esta última solo lo usa a su conveniencia. Daniel no le tiene respeto a su mamá y en una ocasión se preguntó porque no tuvo hermanos. Esta semana descubrimos que Julieta tiene un pasado, un pasado en donde vivia humildemente con su marido y sus dos hijos. ¿Quienes son esos hijos? Iñaki (Pedro Moreno) y Javier (Alan Slim). El esposo resulta ser Tadeo (Roberto Ballesteros).
Supimos que Julieta se embarazó y dejó a su marido e hijos para irse con un hombre de dinero. La señora abandonó a su familia porque se cansó de seguir de pobre. Lo que aún falta por descubrir es si Daniel es hijo de Tadeo o del hombre rico. Ahora Iñaki y Daniel se pelean por Ana Leticia. Pero que tal Julieta? Cuando se tenga que enfrentar a sus hijos, que les va a decir? ¿Porque los abandonó? Es una trama muy interesante que sin duda nos mantendrá pegados al televisor.
Nerina vive amargada y en estos ultimos capitulos descubrimos que es la mamá de Valentín (Carlos De La Mota). En secuencias de flashback vemos como Valentín estaba casado con Gina, la mujer interesada. Al quedarse en la quiebra, Valentín decide vender la casa que su padre les heredó, casa en donde vive Nerina. Nerina en ese instante le dice que para ella, el ya no existe porque la está despojando de su hogar para darle el dinero a una mujer que no vale la pena.
Los años pasan y Nerina es una cantante en el espectaculo de DanzeAire. Valentín llega a ver la función y ambos se reencuentran después de tanto tiempo. Nerina, como buena madre, ama a su hijo y seguramente lo perdonaria por todo. Valentin solo piensa en vengarse. ¿Se podrán reconciliar? ¿Podrá Nerina hacer que Valentín deje su venganza?
Ambas historias de Julieta y Nerina es de lo más interesante que poco a poco se van tejiendo. Son de estas sub-tramas ricas de las que los escritores se tienen que apoyar cuando quieran alargar la trama principal. Las sub-tramas se deberian de desarrollar mientras las otras se quedan estaticas, así siempre pasa algo nuevo. Así el público mantiene el interes de ver la telenovela, porque ahorita hay pocas razones para seguir viendo este melodrama que peca de una lentitud espantosa.