El mundo de las telenovelas está pasando por un momento fatal. Las cadenas pretenden tener éxito sin invertir mucho y la industria poco a poco se ha ido diluyendo, al menos en México. Por muchos años Televisa estuvo en auto-drive y los refritos reinaban en la cadena con un ejecutivo más interesado en aparecer frente a las cámaras que a dar linea y poner en orden la área que manejaba en la empresa.
En estos últimos años, San Ángel ha hecho cambios entre los ejecutivos y recortes en el personal para economizar y así poder funcionar más efectivamente. Uno de los grandes cambios fue la fusión de Televisa y Univision, que si bien hay rumores de una unificación más fuerte, los primeros pasos han sido en el área de contenido.
Por alguna razón, quizá la de dólares, se le está invirtiendo más en el mercado latino de Estados Unidos, y pasando a segundo plano en mercado local de México. Las nuevas historias tienen que ver con inmigrantes mexicanos para que la gente que radica en las ciudades norteaméricanas se sientan identificados. Para términos más simples, están copeando la táctica de Telemundo cuando empezaron a producir su propio contenido.
Es por eso que hemos visto telenovelas como Mi Marido Tiene Familia, donde el protagonista es adoptado por una pareja gringa, Vino El Amor, donde la trama principal se desarrolla en el estado de California, e también hemos visto historias intentando semejarse a éxitos de la competencia como las narconovelas.
La Doble Vida De Estela Carrillo fue uno de los proyectos que se pensó para un público latino, una historia que cuenta la vida de una mexicana que cruza la frontera a Estados Unidos y por cosas de la vida se vuelve cantante del regional mexicano. La telenovela, a la cual llamaron “teleserie”, con la idea de que se pudiera contar en varias temporadas, tenía todos los ingredientes para que la gente de USA la tomara con los brazos abiertos, hasta narcos tenía. ¿Pero qué pasó? Que en Univision muy a penas saca la cara por la cadena, y eso que está frente a una competencia débil de La Querida del Centauro, que llegó DOA y la han quemado en capítulos de 2 horas.
La producción de Rosy Ocampo era para que ganara su franja y tuviera la mejor audiencia, pero no ha sido así. En México le fue mejor y hasta se hablaba de una segunda temporada.
Ahora pasemos a Rosario Tijeras, una telenovela que tuvo tremendo éxito en México a través de Televisión Azteca, la cadena rival de Televisa. La serie protagonizada por Bárbara de Regil humilló a La Candidata con Silvia Navarro, esta última que maravilló a muchos críticos. Tras su paso en México, es Univision que sorpresivamente programa la telenovela para su horario super estelar de las 10pm/9c contra El Señor de los Cielos.
Pero la audiencia latina de Estados Unidos ha rechazado a la Chayo de una manera vil y espantosa. Le ha dado la espalda por completo y es verdaderamente humillante la poca acogida que tuvo esta telenovela. De esta serie también se hablaba de una posible segunda temporada.
Estos son dos claros ejemplos que no se puede tratar a la audiencia de México y USA como si fuera una. Esa fusión de las cadenas no se puede hacer, cada televisora tiene que desarrollar sus propios proyectos basándose en lo que está buscando la gente. Si bien es una buena idea para economizar, viendo a los dos como un gran mercado, está en los resultados que la gente ha rechazado la propuesta.
De La Piloto también se habla de una posible secuela, cosa extraña porque en Univision su audiencia no fue la mejor. Si bien estaba por encima de su competencia, La Querida del Centauro, en sus capítulos finales llegó Aurelio Casillas y la destruyó completamente. En México le ha ido regular, pero si la idea es fusionar los mercados, las telenovelas que han presentado no dan buena esperanza a que esto pueda ocurrir.
Si a los latinos les gustaba ver las telenovelas mexicanas es porque les recordaba a su México, porque podían ver escenas con los maravillosos paisajes. No es más poco profesional que nos vendan que están en Los Ángeles estando grabando en México. Las estructuras, los señaleros, las calles, la vegetación, todo es diferente y se ve espantoso a nivel de producción. Y lo peor de esas novelas es que se graban en foros con sets acartonados e iluminación fatal, que uno se siente claustrofóbico al seguir capítulo a capítulo el drama.
Lo que la gente busca es una telenovela bien contada, truculenta, con realisimo, pero también con fantasia, que no sea larga, que sea ágil. La gente sigue interesado en las telenovelas, solo que no las van a ver si no presentan algo interesante porque hay muchas opciones para el entretenimiento.